“¿Estamos ante una nueva enfermedad?
Absolutamente, no. La disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM) es la enfermedad más frecuente en oftalmología. Tan frecuente que es parte normal del proceso fisiológico de envejecimiento. Como complicación de la misma aparece el ojo seco evaporativo, el más común de los ojos secos.” Prof. José M. Benítez del Castillo – Universidad Complutense de Madrid.

Las glándulas de Meibomio (GM) son la principal fuente de lípidos de la película lagrimal. Las secreciones de las glándulas de Meibomio consisten en una mezcla compleja de varios lípidos polares y no polares, que contienen ésteres de colesterol y de cera, triglicéridos, diésteres, ácidos grasos libres y fosfolípidos. La secreción lipídica se extiende sobre la película lagrimal y actúa para reducir la evaporación de la fase acuosa, conservar limpia la superficie óptica y formar una barrera para proteger al ojo de los agentes microbianos y materia orgánica.
La DGM es una anomalía crónica y difusa de las glándulas meibomianas, comúnmente caracterizada por la obstrucción del conducto terminal y/o cambios cualitativos/cuantitativos en la secreción glandular. Esto puede tener como resultado una alteración o inestabilidad de la película lagrimal, el aumento de la evaporación, la hiperosmolaridad lagrimal, ojo seco evaporativo, inflamación y daños en la superficie ocular. En general, la DGM es una condición importante, subestimada, y es, muy probablemente, la causa más frecuente de la enfermedad del ojo seco. En resumen, la DGM es un problema frecuente con importantes perjuicios para el bienestar ocular.1
La DGM se clasifica en dos grandes categorías, basada en la secreción de las glándulas de Meibomio: 1) Estados de baja liberación y 2) Estados de liberación elevada. Los estados de baja liberación se clasifican en: hiposecretor u obstructivo, con subcategorías cicatricial y no cicatricial. La DGM hiposecretora describe una liberación reducida de la secreción sebácea debido a anomalías en las glándulas de Meibomio sin obstrucción notable. La DGM obstructiva se debe a la obstrucción del conducto terminal. En la forma cicatricial, los orificios del conducto se desplazan posteriormente en la mucosa, mientras que en la DGM no cicatricial dichos orificios permanecen en su posición normal. En los casos de liberación elevada, la DGM hipersecretora se caracteriza por la presencia de una gran cantidad de lípidos en el borde del párpado, que se vuelven visibles al aplicar presión en el tarso durante el examen médico. Cada categoría de DGM puede ser de origen primario o estar asociada a otras causas secundarias.1
El diagnóstico de la DGM, ya sea aislada o asociada a un daño en la superficie ocular u ojo seco, debe visualizarse en el contexto del diagnóstico de cualquier enfermedad de la superficie ocular, incluyendo el ojo seco evaporativo.
Un enfoque basado en la evidencia del manejo de la DGM se plasma en un “algoritmo de tratamiento” 2 donde se recomienda en los estadíos iniciales con síntomas de mínimos a leves, la higiene palpebral, compresas tibias seguido de masajes y expresión de las secreciones de las GM; la administración de lágrimas artificiales, en especial las que contienen emolientes3 y el uso de azitromicina tópica oftálmica4-6. En los estadíos avanzados con síntomas marcados se agregan las siguientes recomendaciones: derivados de tetraciclina oral, ungüentos lubricantes al acostarse y terapia antiinflamatoria.
Dentro de las recomendaciones del algoritmo de tratamiento de la DGM, con base en la evidencia clínica, se encuentra el uso de azitromicina tópica oftálmica, un antibiótico macrólido con propiedades antiinflamatorias, que demuestra una mejoría clínica en los signos y síntomas asociados con la DGM, respaldado por numerosos estudios clínicos4-6.
La Disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM) es la principal causa del síndrome de ojo seco en todo el mundo.
Departamento médico Max Vision
Referencias bibliográficas:
- J. Daniel Nelson, Jun Shimazaki, Jose M. Benitez-del-Castillo, Jennifer P. Craig, James P. McCulley, Seika Den, Gary N. Foulks. The International Workshop on Meibomian Gland Dysfunction: Report of the Definition and Classification Subcommittee. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2011 Mar; 52(4): 1930–1937.
- Geerling G, Tauber J, Baudouin C, Goto E, Matsumoto Y, O’Brien T, Rolando M, Tsubota K, Nichols KK.The international workshop on meibomian gland dysfunction: report of the subcommittee on management and treatment of meibomian gland dysfunction. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2011 Mar 30;52(4):2050-64
- McCann LC, et al.. Effectiveness of artificial tears in the management of evaporative dry eye. Cornea. 2012 Jan;31(1):1-5.
- Opitz DL, Tyler KF. Efficacy of azithromycin 1% ophthalmic solution for treatment of ocular surface disease from posterior blepharitis. Clin Exp Optom. 2011 Mar; 94(2):200-6.
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