Telemedicina: una nueva modalidad de atención


La pandemia de COVID-19 ha redefinido el papel del oftalmólogo en la medicina y ha transformado la prestación de atención oftalmológica, específicamente del glaucoma. El aislamiento prolongado y la suspensión de las consultas externas de rutina limitaron el acceso a la atención de una población en la que ya era frecuente la falta de adherencia al tratamiento y al seguimiento. En particular, aquellos pacientes cuya edad y comorbilidades sistémicas aumentaban el riesgo de complicaciones por la COVID-19 se vieron obligados a contemplar sus temores de progresión glaucomatosa y ceguera debido a citas perdidas frente a las preocupaciones de contraer el SARS-CoV-2 durante las visitas presenciales. 1

A raíz de esto, las prácticas de glaucoma han buscado mitigar la transmisión viral en el entorno ambulatorio y minimizar la morbilidad ocular resultante de los retrasos en la atención. Una cantidad considerable de medidas tomadas para optimizar la seguridad, agilizar las visitas e implementar la telemedicina aplicada al glaucoma persistirán mucho más allá de la resolución de la pandemia.

Las visitas virtuales han permitido la continuidad de la atención del glaucoma durante los confinamientos, lo que ha permitido a los médicos tranquilizar a los pacientes, reforzar la adherencia a la medicación y brindar asesoramiento sobre los planes de manejo. Las consultas telefónicas y audiovisuales también han permitido a los oftalmólogos clasificar a los pacientes que requieren visitas en persona de aquellos cuyas principales preocupaciones se pueden gestionar de manera remota.2 A través de distintas plataformas de comunicación disponibles en smartphones, los pacientes pudieron proporcionar imágenes de sus ojos y anexos oculares que han permitido el diagnóstico virtual cuando tienen la calidad suficiente; este es el caso, por ejemplo, de la evaluación de la toxicidad inducida por medicación tópica para el glaucoma.

Como consecuencia de la situación sanitaria actual, los pacientes ya no están tan dispuestos a pasar largos tiempos en la sala de espera. Es por esto que minimizar los tiempos de espera y mantener la eficiencia se convirtió en un desafío a medida que las prácticas de glaucoma volvieron a sus volúmenes previos a la pandemia. Aquí es donde toma relevancia la telemedicina.

La aplicación de la telemedicina al glaucoma (teleglaucoma) es un campo en crecimiento con una gran promesa para aumentar el acceso de los pacientes a una atención de alta calidad mediante el aprovechamiento de las nuevas telecomunicaciones y tecnologías de diagnóstico.3

Los resultados de un meta análisis llevado a cabo para evaluar la efectividad del teleglaucoma como herramienta de detección han demostrado que, en cuanto a la precisión diagnóstica, el teleglaucoma es más sensible y menos específico que los exámenes en persona. También se observó que es ventajoso para detectar correctamente los casos negativos y positivos verdaderos de glaucoma, pero tiene una tasa más alta de falsos positivos en comparación con el examen presencial.4

Otras ventajas reportadas en la literatura incluyen la detección temprana de la enfermedad, permitiendo que se controle de manera efectiva y resultando en la preservación de la visión; la posibilidad de ofrecer servicios en regiones menos accesibles y áreas rurales; la reducción del tiempo requerido para el servicio en comparación con el examen en persona; y el ahorro de costos tanto a los pacientes como al sistema de atención médica.

Sin embargo, entre las limitaciones de la revisión podemos mencionar que la mayoría de los estudios no fueron comparativos, lo cual limita la importancia de la efectividad relativa a la exploración presencial, y que con tamaños de muestra pequeños no hubo suficiente poder estadístico para demostrar significación clínica o estadística.

Algunos estudios proponen un modelo híbrido y concluyen que es mejor reservar esta herramienta como un complemento de las visitas en persona. De esta forma, los casos estables o los nuevos casos sospechosos de glaucoma podrían inscribirse en un modelo en el que los pacientes primero se someten a pruebas de diagnóstico y regresan a sus casas inmediatamente después. Luego, el especialista en glaucoma revisa los resultados del examen dentro de una semana y, si todo está estable, sin cambios en el plan de manejo, se le informa al paciente del resultado a través de SMS o correo electrónico (teleconsulta unidireccional). Por el contrario, si el especialista en glaucoma considera necesario un cambio en el manejo, se realiza una videoconsulta bidireccional para explicar el próximo plan de acción al paciente.2

Aunque la innovación ha impulsado varias mejoras en la atención del glaucoma durante esta crisis de salud mundial, aún existen barreras significativas para una implementación más generalizada del teleglaucoma. Su futura expansión y sustentabilidad dependerán de numerosos factores que incluyen facilidad de uso, aceptación por parte de médicos y pacientes y una mayor validación de los dispositivos de monitoreo.

Referencias: 1) Vinod K, Sidoti PA. How glaucoma care changed for the better after the pandemic. Current Opinion in Ophthalmology. 2022:33(2):59-66. 2) Tham YC, Husain R, Teo KYC, et al. New digital models of care in ophthalmology, during and beyond the COVID-19 pandemic. Br J Ophthalmol. 2022;106(4):452 457. 3) Gan K, Liu Y, Stagg B, Rathi S, Pasquale LR, Damji K. Telemedicine for Glaucoma: Guidelines and Recommendations. Telemed J E Health, 2020;26(4):551 555, 4) Thomas S-M, Jeyaraman M, Hodge WG, Hutnik C, Costella J, et al. The Effectiveness of Teleglaucoma versus In-Patient Examination for Glaucoma Screening: A Systematic Review and Meta-Analysis. PLoS ONE 2014;9(12): e113779.

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