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La miopía no corregida es la principal causa de deterioro visual evitable del siglo XXI. En la actualidad se estima que afecta casi al 30% de la población mundial y para el año 2050 esta cifra podría ascender hasta el 50%.1 La forma más grave aparece, generalmente, cuando el niño está en los primeros grados de escolarización y avanza aproximadamente un punto por año entre la infancia temprana y los 6 y 15 años, enlenteciendo su progreso luego de cada año. A los 18 años, alrededor del 77% demuestran una refracción estable y a los 21 años, alrededor del 90% no muestran progresión de miopía.2

Los principales factores de riesgo asociados a su desarrollo incluyen el aumento de las tareas en las cuales se requiere utilizar la visión cercana, tales como estudiar, leer y utilizar dispositivos digitales, y la reducción de los niveles de actividad al aire libre con exposición a la luz solar. Adicionalmente, las personas con padres con miopía también tienen mayor riesgo de padecerla.3

Generalmente, el rol de la escuela en la detección temprana de la reducción de la agudeza visual es fundamental. Los niños suelen tener problemas leyendo letras pequeñas, que muchas veces se manifiestan en un menor rendimiento escolar, problemas de atención y dificultades para registrar todo el contenido de la clase. Por esta razón, el diagnóstico temprano mediante los controles periódicos oftalmológicos es de suma importancia, debiendo realizarse al momento del nacimiento, a los 6 meses, al año, a los 3, 4 y 5 años, y luego al menos cada 2 años.

En los últimos consensos internacionales, los expertos indican que la evidencia disponible respalda la importancia de garantizar que los niños se expongan a dos horas diarias al aire libre durante el día, especialmente en la enseñanza preescolar y en los primeros años de la enseñanza primaria. En comparación con otras medidas, pasar más tiempo al aire libre es la estrategia más segura y se alinea con otras iniciativas de salud existentes como, por ejemplo, la prevención de la obesidad, promoviendo un estilo de vida más saludable en niños y adolescentes.4

Otras medidas a implementar también incluyen:

  • Evitar leer y ver pantallas con poca iluminación, de preferencia hacerlo con luz natural.
  • Mantener una distancia adecuada al fijar la vista en libros y pantallas (30-40 cm aproximadamente).
  • Realizar descansos para evitar fatiga visual: cada 20 minutos, hacer descansos de 20 segundos mirando a una distancia de 6 metros.
  • Utilizar soluciones lubricantes para reducir las molestias causadas por la baja frecuencia de parpadeo.
  • Invertir el contraste de las pantallas cuando sea posible (fondo negro y letras blancas).

Para ralentizar la progresión de la miopía pueden implementarse distintas medidas: farmacológicas, que incluyen el uso de soluciones anticolinérgicas de baja concentración; lentes de ortoqueratología; lentes con desenfoque periféricos, multifocales y de contacto.4 La relación riesgo-beneficio de estas estrategias será evaluada rigurosamente por un oftalmólogo para cada individuo en función de la edad, la salud y el estilo de vida de la persona, tanto antes de la prescripción como durante el tratamiento.

En resumen, la miopía representa un problema de alto impacto a nivel mundial que requiere un esfuerzo de colaboración entre las distintas profesiones de cuidado ocular y los investigadores para lograrlo. Las campañas de difusión que hacen énfasis en la detección y el tratamiento temprano son de suma importancia para prevenir la pérdida de la función visual en un gran porcentaje de personas.

Referencias:

  1. Tahhan N, Wolffsohn JS, Sankaridurg P, et al. Editorial: International Myopia Institute White Paper Series 2023 [published correction appears in Invest Ophthalmol Vis Sci. 2023;64(10):33]. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2023;64(6):1.
  2. Bullimore MA, Lee SS, Schmid KL, Rozema JJ, Nicolas Leveziel N, Mallen EAH, Jacobsen N, Iribarren R, Verkicharla PK, Roelof Polling J, Chamberlain P; IMI—Onset and Progression of Myopia in Young Adults. Invest. Ophthalmol. Vis. Sci. 2023;64(6):2.
  3. Morgan IG, Wu P-C, Ostrin LA, et al. IMI Risk factors for myopia. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2021;62(5):3.
  4. Jonas JB, Ang M, Cho P, et al. IMI prevention of myopia and its progression. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2021;62(5):6

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